Por: María Empera Balaguera

Logan soy llamado, Logan o michín.

me enmarañan sus halagos,

me enamoran sus estragos;

mis maullidos y sonidos los imitan cuan sinfín.

Que corro, que salto;

que juego, que araño;

que muerdo, qué hago daño,

que atrapo, que desbarató.

Sin saber cómo, desperté en un hogar bonito;

Soy curioso, amistoso, que parezco una perdiz

entre risas y alegrías, eso dicen donde habito

enganchando mi colita y yo intensamente feliz.

¿De dónde vengo?, preguntan los visitantes.

¡Felino doméstico!, ¡silvestre o asilvestrado! 

Consideran que soy un animal extraviado;

mientras mi pequeña mente cavila ¿Quiénes son estos errantes?

Compañero soy del niño, del joven y el adulto;

mejorar la calidad de vida de mis amos,

es la consigna si todos aportamos;

ya que, con gatoterapia un desestresante he resultado.