Por: Amanecer

A lo largo de estos meses me he dado cuenta y he experimentado una sensación de querer tener ¡LIBERTAD! y autonomía al momento de tomar mis decisiones. Mismas, que muchas veces tomo solo por quedar bien con alguien o para no hacer sentir mal a nadie.

Lucho constantemente conmigo misma, con mis emociones. Me siento culpable, me siento mal solo de llegar a sentir que le voy a fallar a esa persona que constantemente me está diciendo: “Es que tú eres especial para mí, acudo a ti pues eres como de la familia, es que solo puedo contar contigo” … y un sinnúmero de vainas, que en su momento te hacen sentir especial, esencial para la vida de alguien.

Y sí, está bien y es perfecto para aquellas personas que creen y quieren ser esenciales en la vida de alguien más. Para mí, para mí no lo es. Yo solo quiero ser libre de decir NO PUEDO sin que el remordimiento y la incomodidad me hagan sentir como una desagradecida. 

Siempre he luchado con esto, es decir siento que voy en dirección contraria, mientras todos buscan afecto y aprobación yo solo quiero ser libre. Libre de esas emociones, libre de ese amor que deja de ser amor y afecto para empezar a cosificar a quien lo está recibiendo.

Lo reconozco, reconozco que mi falta de carácter hace que yo caiga fácilmente en el juego de la aceptación y aprobación. Si a los ojos de los demás yo soy tan buena, cómo les voy a fallar.

¿Por qué digo cosificar? Porque hasta hace unos días lo entendí y el ejemplo es el siguiente:

Tú eres importante. Si tú no estás la casa se cae de mugre. Eres tan especial para mí. Sin ti a mi lado moriría de hambre, ¡Gracias mi amor por estar en nuestras vidas! Si tú no estás, no sé si yo podría hacer las tareas del hogar y estar pendiente de los niños.

OK, gracias por el afecto; pero ese afecto no me llena, pues no soy yo como persona, soy yo como quien provee algo a alguien. No está mal ser útil a los ojos de alguien más, lo malo es sentirse culpable cuando a tu alrededor hay tanta gente que te quiere y “valora”; pero, ¿si me quieren por qué me siento mal?

Si me quieren como ese alguien importante en su vida, ¿por qué simplemente no quiero ser parte importante de lo que llaman vida? ¿Quién te dijo a ti que tu forma de quererme a mí me hace bien? 

Esto es algo que muy seguramente no solo me pasa a mí; pero a mí me está dando muchas vueltas en la cabeza el sentirme así. ¿Qué tal si soy importante en tu vida, porque a mi lado la vida se vive mejor? ¿Y si me ves como esa persona que le pone notas de amor a tu melodía? ¿Y solo soy yo quien alegra tu día? 

Si me necesitas no hagas tanta antesala, igual yo sé lo que puedo hacer y lo que puedo ofrecer. Quítale el sentimentalismos y al mismo tiempo me quitas las cadenas y de esa forma me haces sentir mejor.