Por: Amanecer
Soy una mujer, una mujer que hoy guarda una profunda rabia, tristeza y dolor. Me duele algo en el interior, no sé si es el alma o mi corazón que se partió.
Hoy después de 13 años de relación con el padre de mi hija, hoy todo se acabó y para mí en lo más profundo de mi interior algo se rompió.
Y tengo mucha, mucha rabia porque, aunque soy consciente de que entre él y yo ya no había amor, esperaba ser yo quien por primera vez y en un acto de valentía, respeto y amor propio terminara con todo esto que alguna vez llame “hogar”. Me siento herida, pues durante mucho tiempo soporté y aguanté en silencio muchas situaciones incómodas (desplantes, desprecios, humillaciones) incluso permití que su familia se metiera en una relación que es de dos.
Sí, mucha gente se pregunta cómo una mujer puede tolerar y aguantar tanto. En mi caso tal vez, creí que en algún momento todo podía cambiar; pero si había cambios eran como vivir una fugaz luna de miel.
Después todo volvía a ser gris, como antes. ¡No entiendo! Si ya no hay amor ¿por qué me duele tanto? ¿Por qué siento tanta rabia y frustración?
Es horrible sentir que lo has dado todo para al final, solo recibir una fría mirada y un trato indiferente.
Tengo miedo de volver a empezar, tengo un miedo que me paraliza. No sé por qué; pero tengo mucho MIEDO. Tengo tanto miedo como odio, también.
Tengo miedo de que con sus regalos costosos me quite el amor de mi hija. Tengo rabia porque ante ella, él se hace ver como una víctima. Me da rabia ver cómo toma decisiones con respecto de mi hija, que nos corresponden a los dos, sin tener en cuenta mi opinión.
LO ODIO, LO ODIO por todo lo que me está haciendo pasar.
Duele saber que la persona que alguna vez fue tu pareja, a la que una vez ayudaste y apoyaste, te desprecia.
Me da rabia estar así, me duele todo mi ser. Duele, pues está por horas en casa, pero, todo su tiempo se queda en algún otro lugar.
Qué duro es saber que no llega a la casa, imaginar que está con alguien más. Solo no entiendo por qué no se va.
Aunque físicamente él no me golpea, emocionalmente mi vanidad y mi ego están para recoger con una cuchara. Es horrible sentirse devastada, humillada. Yo debería sentir un gran alivio pues por fin todo esto terminó; pero no es así, el insomnio y las lágrimas están aquí.
Estoy en un proceso, muy importante, y es el de conectarme con mi niña interior para quererla, amarla, cuidarla para verla crecer y ver cómo por fin florece la mujer que quiero ser. Sin embargo, siento que con todo esto que me está pasando (que en algún momento tenía que pasar) la estoy dejando atrás nuevamente. Sé que ella sigue ahí, pendiente de mí y se niega a soltarme, consolándome cada vez que digo herida que esta no es la vida que yo quería para mí.
Me siento avergonzada, siento que durante mucho tiempo me la he pasado mendigando amor y esa niña en mi interior sigue ahí, está ahí secando mis lágrimas está ahí para abrazarme, está aquí escribiendo conmigo.
Pasar por todo esto, es como estar girando mucho en una montaña rusa de emociones. Una montaña rusa que sube, baja y da muchas vueltas y juega conmigo y no me quiere dejar bajar. Siento rabia cada vez que me preguntó por qué solo no soy como los demás. Por qué no tengo el valor, la fuerza y el carácter para hacerme respetar,
Las personas que me rodean me ven y se preguntan asombradas por qué aguanto y soporto tantas cosas dolorosas. Tienen la fuerza para decirme lo que en mi lugar harían y me duele. Me duele muchísimo no tener el carácter y la fuerza que tienen los demás. ¡Pero así soy yo!, ¡esto es lo que soy!
Tengo tanta rabia, siento que me odio por no tener valor, por ser esto que soy; pero la niña que hay en mi interior me cuida, como yo no la cuido a ella. La niña que hay en mi interior me ve llorar y sabe lo mucho que me duele y a pesar de que la estoy descuidando nuevamente ella está ahí, pequeña, tierna y frágil, diciéndome con su linda mirada que es necesario pero que pronto sanará.
¡ME DUELE MUCHO! Las lágrimas no paran de rodar por mis mejillas y me pregunto ¿por cuánto tiempo seguirán inundando mis ojos?.
Gracias fundación Mujer Vital por permitirme desahogar un poco todo esto que me está doliendo. A las mujeres que están pasando por lo mismo, espero me puedan entender. A las mujeres que ya pasaron por lo que yo ahora estoy pasando les pregunto: ¿Cómo hicieron para recoger todos los pedazos rotos, muy rotos, para volverlos a pegar más fuertes en su lugar?